En las jornadas TERRA Madre Day, celebradas el 10 de diciembre en la Universidad de Alcalá de Henares, quedó manifiesto el interés existente en la sociedad por generar cambios y alternativas que afectan a elementos tan cotidianos como el hábito de la comida.
Sin duda la agroecología, eje principal del trabajo de la red TERRAE, ofrecerá al consumidor una serie de productos cultivados y alimentados desde una óptica saludable y comprometida con los territorios reserva.
Slow Food, como movimiento decano y global, presente en multitud de países, que agrupa a ciudadanos sensibles a la producción sostenible y honesta de alimentos. De consumidores comprometidos por mantener especies y productos en peligros de extinción, por consumidores que quieren disfrutar del placer de una comida tranquila como primer paso en un cambio vital hacia un mundo más sostenible.
En la mesa redonda “Promoviendo oportunidades para alimentos de proximidad” varios miembros de la red TERRAE presentaron sus experiencias. Así, Mercedes Pérez -alcaldesa de Redueña y presidenta de la red- expuso la experiencia gratificante de la iniciativa de huertos sociales puesta en marcha en su municipio y los planes de futuro para el próximo periodo. Por otra parte, Ernesto Rivas (ADL de Buitrago de Lozoya) comentó el desarrollo de proyectos agroecológicos y su conexión con el desarollo turístico para un pueblo eminentemente ganadero como es Buitrago. Posteriormente Antonio Martinez, concejal de Uceda, comentó la experiencia de la formación en emprendimiento agroecológico y la intención de consolidar una escuela de emprendedores agroecológicos en la finca municipal. Finalmente Mila Martín, explicó con detalle el proceso de dinamización de los técnicos DILAS en el acompañamiento a estos emprendedores, el sistema de contratos TERRAE y la implicación de los restaurantes y tiendas en esta experiencia piloto desarrollada con la marca TERRAE ECO km0.
En la misma sesión participó Cristina de Lorenzo directora de transferencia del IMIDRA que expuso la experiencia exitosa con el desarrollo de variedades de tomate tradicional cultivado en las vegas de Aranjuez y comercializados en temporada por Alcampo. Yolanda Aguirre, presidenta de la Fundación Guadarrama que comentó su proyecto de recuperación de la huerta y zona de cultivos del Monasterio del Paular en Rascafría, así como una representante del Ayuntamiento de Alcalá de Henares que estuvo comentado su proyecto de recuperación de terrenos baldíos para destinarlos a huertas, animados por la iniciativa de varios colectivos vecinales.
La mesa concluyó con los comentarios de Juan José Burgos, presidente de Slow Food Madrid, que alabó el resurgir de estas y otras iniciativas y animó a los asistentes a formar parte de los convivium más próximos. Juan José hizo especial hincapié en la necesidad de cambiar los hábitos de los consumidores como elemento diferencial para poder promover una producción de alimentos responsable y comprometida con la sostenibilidad y biodiversidad.
La segunda parte de la sesión se centró en la participación en un taller del gusto. Los asistentes tuvieron la posibilidad de degustar alimentos en peligros de extinción como la pasta de espelta y trigo negrillo del Parque Natural del río Dulce, la degustación de carne avileña y bociblanca de la ganadería GAVISA, cuajada de sabor, compromiso y responsabilidad con el mantenimiento de un paisaje ganadero en la Sierra de Guadarrama. El descubrimiento de la biodiversidad en el plato sobre la base de las verduras de temporada, ofrecida por el Hostal el Descansillo de Escalera, que de manera práctica ofreció un catering lleno de creatividad y sensibilidad con coles, hortalizas, especies y flores comestibles. Y de postre la oportunidad de conocer con detalle el membrillo como alimento en olvido, presentado por Marisol Molinero de Slow Food Gredos-Tiétar y Amelia Samper (Valtié Gourmet).
Como aderezo a esta experiencia degustativa, los asistentes pudieron conocer con detalle el fascinante mundo de las “setas” de manos de dos expertos, el micólogo Gabriel Moreno (catedrático de botánica de la UAH) y el gastrónomo Marco Rizzardini (presidente del convivium Slow Food Gredos-Tietar) que compartió con los asistentes secretos culinarios para incorporar estos alimentos a nuestra dieta cotidiana.
Felicitamos a la organización del evento y agradecemos la posibilidad de participar en el mismo para exponer nuestro trabajo y experiencias en esta estrategia de desarrollo local basada en la agroecología. Sin duda, cerrar el ciclo con consumidores comprometidos y responsables, como los que Slow Food promueve, servirá para sentar las bases de continuidad y viabilidad de aquellos que optan por emprender en los territorios reserva.