A pesar de la delimitación y reajuste que establece la última Ley 27/2013 que regula las competencias municipales, todavía el “municipio, para la gestión de sus intereses y en el ámbito de sus competencias, puede promover actividades y prestar los servicios públicos que contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal”.
Es interesante releer las competencias propias de los ayuntamientos para identificar los ejes de trabajo que desde el enfoque agroecológico se pueden explorar:
- Urbanismo: planeamiento, gestión, ejecución y disciplina urbanística. Protección y gestión del Patrimonio histórico. Promoción y gestión de la vivienda de protección pública con criterios de sostenibilidad financiera. Conservación y rehabilitación de la edificación.
- Medio ambiente urbano: en particular, parques y jardines públicos, gestión de los residuos sólidos urbanos y protección contra la contaminación acústica, lumínica y atmosférica en las zonas urbanas.
- Abastecimiento de agua potable a domicilio y evacuación y tratamiento de aguas residuales.
- Infraestructura viaria y otros equipamientos de su titularidad.
- Evaluación e información de situaciones de necesidad social y la atención inmediata a personas en situación o riesgo de exclusión social.
- Policía local, protección civil, prevención y extinción de incendios.
- Tráfico, estacionamiento de vehículos y movilidad. Transporte colectivo urbano.
- Información y promoción de la actividad turística de interés y ámbito local.
- Ferias, abastos, mercados, lonjas y comercio ambulante.
- Protección de la salubridad pública.
- Cementerios y actividades funerarias.
- Promoción del deporte e instalaciones deportivas y de ocupación del tiempo libre.
- Promoción de la cultura y equipamientos culturales.
De listado al que volveremos, vamos a destacar la que alude a las ferias, abastos, mercados, lonjas y comercio ambulante, lo que se suele conocer como “mercadillos”.
Según datos del MAPAMA el 44% de los consumidores prefiere comprar en supermercados y el 52,8 % compra productos envasados, aunque todavía las tiendas tradicionales se mantienen como lugares de compra preferidos para los productos frescos en el 35,6%. Es interesante reseñar que en los hábitos de compra “los consumidores indican que los principales factores que determinan la elección del establecimiento son la calidad del producto, la proximidad/cercanía, y los buenos precios aparte de ofertas”.
Parece clara la conjunción de elementos, si los ayuntamientos pueden regular los mercados locales, y los consumidores valoran la proximidad, cercanía y calidad del producto,… ya tenemos los argumentos necesarios para generar las iniciativas de “mercados locales agroecológicos” que valoricen los productos locales de valor. Por otra parte, si desde los ayuntamientos se viene trabajando en generar protoemprededores que inicien su actividad de venta de sus productos, en el contexto de alfabetización agroecológica, la venta en circuito corto es una gran salida para animar a consolidar estas iniciativas.
Son varios los elementos a considerar a la hora de programar y diseñar un mercado agroecológico local, y en cada caso es preciso establecer ciertas bases de participación para garantizar el enfoque de esta actividad y diferenciarla de otras ya existentes como los “mercadillos ambulantes”. Así cuestiones claves son la selección de participantes (considerando prioridades claras y límites especialmente en productos no artesanos), la periodicidad (más fácil siempre en verano pero tan necesaria en otros momentos del año), la implicación del comercio local (no es competencia sino complementariedad, y porqué, no participar directamente como hacen en algunos casos conocidos como el mercado de Grao en Asturias), la participación de los restaurantes del municipio (programa gastronómico, concurso de tapas, menú del mercado), la ubicación (es clave no llevarlo fuera del núcleo sino más bien en un lugar relevante y céntrico que genere más afluencia y sinergias con los establecimientos existentes), el programa sociocultural e informativo (suelen tener gran interés las actividades como catas, talleres, charlas, películas, exposiciones,…) y un largo etcétera.
Desde los Ayuntamientos de Red TERRAE ya se cuenta con bastantes iniciativas singulares. Desde casos como el “mercado del agricultor” de Villa de Mazo (en la isla de la Palma) que cuenta con un edificio propio y programa establecido, en el que conviven agricultores, artesanos y emprendedores; certámenes anuales como “Uceda Natural” como feria de agricultura ecológica que congrega en Uceda (Guadalajara) a una muestra de agricultores ecológicos y artesanos y lleva asociado un interesante programa cultural e informativo; encuentros consolidados como los “mercados de la tierra” en Villena y en Azuqueca de Henares, hasta nuevas iniciativas que se acaban de lanzar este año como, “la I Muestra de productos locales en Vallehermoso” o la presentación en estos días de “Esencia Perales de Tajuña”.
En estos momentos Red TERRAE, junto con otras agrupaciones de productores y entidades territoriales, está participando en el grupo operativo de innovación CACOMER (Canales Cortos de Comercialización). El objetivo es realizar un diagnóstico sobre el estímulo de productores y consumidores para participar en los canales cortos. Para ello se están examinando los diferentes productos de cada zona, analizando cuales tienen mejor acogida, estudiando la logística de producto y lugar de venta y especialmente incidiendo en los argumentos para generar confianza en los consumidores. Por otra parte tambien se está trabajando con la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha en la elaboración de una experiencia piloto en CCC.
Recuperar y rediseñar el concepto “encuentro mercado” como una oportunidad de generar cambios en los hábitos de alimentación, consumo de productos de temporada, cierre de acuerdos entre productores y consumidores (contratos TERRAE), conocimiento de singularidades y variedades autóctonas, diseño de una oferta gastronómica ecokm0,… son un verdadero filón de creatividad para los municipios que apuesten por la agroecología como eje de desarrollo local.